martes, abril 17, 2007

El Anfitrión Efimero

La tarde la envolvio en su perfume letal,
su mirada la encandiló.
Esos ojos de sangre la enamoraron poco a poco.
La habitacion resplandecia cada vez que èl sonreia.
Y ella cegada por esa claridad permanecia inmovil..
Pablabras dulces sutilmente usó como anestesia



...


Lentamente las paredes se mancharon de humedad,
la sonrisa desapareció.

Él le dijo Adios.

Ella se desvaneció.