Sus ojos descansan en un color cualquiera…
Ni las lagrimas que corren por sus mejillas supieron jamás de tanta tristeza… ya
no recuerda ni la paz ni la felicidad… un pañuelo que se rompe, el dolor se le hizo
costumbre en el cuerpo, esas manos deshechas siguen buscando y ahora desde ese
rincón imagina Ángeles que no existen pero creen curarla…
Arma una vida de mentiras…
Las verdades son inalcanzables…
Lo único real no está
él no está
solo tiene una simple razón
Su ilusión
Maruccia